Mayo 5th, 2011
Apreciada Trinity,
Si me permites quiero hacer un comentario desde tus
propias palabras.
“¿Sabes qué es lo único importante aquí?: tu estado de
ánimo, el mío y el de todos los demás..tiene que ser “bueno” el mayor número de
días y de horas posible, entendiendo “bueno” como positivo, brillante, activo,
alegre, optimista”
Cada uno de nosotros debemos tener plena conciencia de
nuestros estados de ánimo y del impacto que estos
se ven forzados a vivir día a día como consecuencia de esta rueda del tiempo
que no se detiene en la construcción de fronteras que ponen límites a
nuestros estados de conciencia individuales y por consiguiente colectivos.
Constantemente escuchamos y leemos distintos enfoques
u opiniones. Abrumados sacamos conclusiones y tomamos decisiones. Entiendo que
esta primera percepción no debe ser la determinación de nuestros actos porque
en base a ella nuestras vidas y maneras de vivirlas se sienten plenamente
condicionadas por nuestro cansancio y resignación. Precisamente es eso lo
que se intenta hacer con nosotros. Agotarnos hasta quitarnos las esperanzas,
ilusiones o proyectos de vida como civilización.
Si nuestra libertad de tomar decisiones esta
condicionada, no podemos resignarnos a aceptar una condición genética que
define y marca la actual realidad que llevamos dentro de esta holografía.
El hecho de que nos digan que
portamos un lado oscuro y que debemos aceptarlo es una idea que debemos trabajarla con respeto y plena claridad de lo
que se supone deberíamos hacer con ello, porque somos plenamente libres de
elegir si queremos portarla o desecharla y es este el punto que dentro de este
mundo se nos prohíbe subliminalmente a trabajar y extirpar. Más bien siempre están instando a que las personas
vivan gran parte de sus días con enojos, tristezas, melancolía y soledad.
¿Cuántas veces en
nuestras vidas nos hemos sentidos solos?. ¿Cuántas
veces hemos querido depositar nuestra confianza en un amigo?. ¿Cuántas veces
nos hemos visto envueltos en desilusiones y traiciones a tal extremo de
quitarnos las esperanzas en volver a confiar, volver a creer y volver a amar?…
Es importante para cada uno de nosotros estar atentos
a esta realidad y al sistema inductor telepático que se ejerce día a día en
nuestras psicologías donde nuestros estados de ánimos se ven atrapados por el
escenario
abrumador donde nos
mentalizan de un
mundo sin el
mas mínimo interés
de mejorarlo, de condicionarlo
y modificarlo para que vivamos en estado de tranquilidad, de alegría y
superación.
Quizás estamos cansados de que nos prometan salir de
esta realidad y de alcanzar una superación vibratoria aplicando herramientas
prácticas y metódicas que nos garanticen nuestra libertad y despojo de
dualidad.
¿Sabemos precisamente qué es la dualidad?
La civilización humana 3D como raza en proceso de
evolución porta genéticamente dos estados de conciencia que definen
personalidades ambivalentes y cambiantes que fuerzan a las personas a vivir en
conflictos permanentes consigo mismas y por consiguiente con sus pares.
Estos estados de pensamientos
son los que construyen nuestras conductas de vida y nuestras demostraciones
afectivas. Al mismo tiempo, despiertan
instintos avasalladores cuando nos sentimos movilizados por aquellos
pensamientos que esperan las respuestas o devoluciones como prueba y
reconocimiento de nuestros actos para con los demás donde nuestras formaciones
morales y religiosas no se cumplen como nos lo dijeron.
Entonces nos han enseñado a vivir en dos estados
opuestos “Amar y Odiar”; nos han
esculpido estos instintos desde pequeños enseñándonos a ser jueces imparciales
de lo que está bien y de lo que está mal.
¿Pero, qué es Bien y que es Mal?
¿Por qué hay tanto ímpetu en sembrar de manera
inquisidora el prejuicio y enjuiciamiento hacia aquellos que supuestamente nos
están desviando o perjudicando en nuestro darnos cuenta día a día?.
Si convivimos con dos estados de conciencias
vibratoriamente opuestos donde uno de ellos silenciosamente
nos dice que es el que está a nuestro frente el que siempre nos hace daño y
para ello se debe aprender a defenderse o a humillarse. ¿Cómo podemos
vivir así? ¿Cómo podemos experimentar la felicidad si dentro de nuestras
psicologías vivimos contradiciendo nuestros pensamientos y tapando aspectos de
nuestros temperamentos que contradicen nuestro lado donde nos sentimos ser
buenas personas?
Hablar de “Dualidad” implica que portamos en nuestras
células biológicas conductas y temperamentos oponentes a nuestras condiciones
originales, donde cada uno de estos
componentes revisiten teorías y documentaciones que nos acusan como
responsables de nuestras involuciones por la acumulación de antecedentes
registrados dentro de este mundo al cual se la llama vidas pasadas. Es decir
que nuestra dualidad está compuesta por la acumulación de estos registros de vidas
que suman en archivos genéticos esta actual biología.
¿Cómo hacemos para quitarnos estos antecedentes sin
tener que hacernos responsables de lo que no recordamos y elegimos vivir o ser?
Dentro de este Cosmos de Luz
existen civilizaciones Luz, que están dispuestas a que cada uno de nosotros comprendamos que esta actual vida es la que
interesa, que esta actual vida es nuestra verdadera y autentica oportunidad
porque tenemos el derecho a elegir por nosotros mismos cómo seguir viviendo
esta vida y repararla lo mas que podamos.
Desde estos mundos se han propuesto ayudarnos como
civilización. Se ha pedido no abandonarnos como civilización. Fuimos engañados y ultrajados ilusoriamente a vivir
mentalizados para sentirnos inferiores como raza por el simple hecho de
dirigirnos a seres que evolutivamente están en condiciones de inteligencia
superior a la nuestra. Esto no es cierto, porque para asegurar que somos
incapaces de decidir por nosotros mismos por lo menos nos tienen que explicar:
¿Cómo fue que llegamos
hasta aquí?
¿Por qué seguimos aquí
y debemos ser asistidos artificialmente para recordar?
¿Quiénes son los que nos hacen recordar?
Sería mucho más fácil para todos
nosotros recibir los datos en el mismo tiempo y no a destiempo como se viene
ejecutando. Sería mucho más constructivo para todos nosotros hacer un
reconocimiento masivo y colectivo de cómo
nos mantienen viviendo; así evitaríamos engancharnos emocionalmente en el juego
de la vida que gira y construye energéticamente mundos sustitutos que viven de
nuestras energías emocionales.
Si reconocemos que estamos siendo
utilizados y engañados.
Si aceptamos que este mundo es
gobernado por un gobierno oculto.
Si hacemos un bosquejo de cómo es la vida dentro de
esta realidad y que siempre se viven las mismas secuencias históricas con
periodos cronológicos más actualizados.
¿Por qué nos cuesta tanto reconocer que todo lo que
vemos y tenemos como pruebas es lo suficiente como para darnos el tiempo para
pensar qué es lo que queremos hacer con nuestras vidas de ahora en adelante?
¿Somos capaces de conformarnos con que siempre sea lo
mismo?
Portamos un lado oscuro que nos llevó a vivir dentro
de nosotros mismos en la separación e individualismo y desde allí es casi
imposible ayudarnos a nosotros mismos porque no sabemos por dónde empezar. ¿Por
qué rendirnos sin haberlo intentado, sin haberlo trabajado, sin haberlo
comprobado?.
“La dualidad, es un estado de conciencia considerado
la prisión genética de la tercera dimensión.”
Las células que construyen nuestra materia física y
vibratoria corpórea llevan grabados códigos y claves genéticas que conforman un
tipo de ADN cuyos eslabones portan el temperamento y la racionalidad fría y
especuladora de razas que se destacan por ser guerreros y conflictivos. Estos códigos genéticos son visibles en nuestros
comportamientos y procedimientos y nos llevan a actuar desde el impulso para
que desarrollemos la intolerancia y compulsividad. Esto quiere decir que
debemos aprender a reconocer nuestros pensamientos y saber que dentro de ellos no
estamos siendo nosotros mismos porque nos han contaminado con
grabaciones verbales, visuales, gestuales, físicas y teóricas que dictaminan lo
que debíamos hacer, ser, sentir y reflejar.
Nos han censurado desde pequeños
apagando nuestras potencialidades creativas y herramientas comunicacionales que teníamos antes de ser ingresados
a esta holografía. Activaron nuestro gen dual con la primera experiencia que
marco el primer dolor, la primera desilusión, el primer estado del miedo e
inseguridad.
Debemos comprender que somos capaces de ayudarnos a
nosotros mismos. Volviéndonos conscientes de nuestros actos podremos
vernos desde qué estado genético estamos obrando. Esto nos lleva a vivir más
atentos a nuestros comportamientos y tomar conciencia de lo que decimos
y transmitimos al hablarle a quien está a nuestro lado y a detener a
tiempo cada impulso activado y disparado por lo que conocemos y entendemos como
“ego”, al cual considero el padre gestor de la dualidad en acción.
Si empleamos el tiempo siendo
nuestros propios maestros sabremos que la investigación más rica y potencial es descubrir cómo está construida y
configurada nuestra mente como programa sustituto. Aprenderemos a ver cómo
funciona y en qué momentos se activa durante una conversación o después de una conversación.
Podremos ver cómo arma y desarma
tramas emocionales articulada y conducida por los pensamientos donde la sombra
de la dualidad “Ego” comienza a activar estas cargas genéticas que portamos
silenciosamente de estas razas.
Nos hacen creer que somos los responsables directos de
nuestra esclavitud y que debemos limpiar nuestras condenas vida tras vida hasta
que purifiquemos nuestros daños colaterales.
Nos hablan del perdón. Nos hablan de enviar Luz y Amor
a aquellos que tienen sus mentes oscuras.
No podemos perdonar si primero no nos volvemos
conscientes y responsables de nuestras maneras de pensar donde juzgamos y
eliminamos a quienes no piensan y sienten como nosotros.
No podemos hablar de perdón si primero no aprendemos
la primera lección de vida que es la de ayudarnos mutuamente a despojarnos de
esos estados de ánimos que interfieren día a día y a cada momento con nuestros
estados de felicidad donde la mente se siente perturbada vibratoriamente ante
el cambio de frecuencia dimensional que experimentamos celularmente y
cognitivamente.
No existe el perdón si hay un culpable
y un ganador.
El conocernos a nosotros mismos día a día, nos permite
ser libres, saber elegir hacia donde queremos dirigir nuestras vidas y a
enfocarnos abiertamente hacia una profunda compresión de lo que portamos
ambivalentemente como “pensamientos”. Desde esta base somos capaces de
trasmutar la dualidad y extirparla porque
dejamos de alimentar
las cargas genéticas
que conforman vibratoriamente
nuestros
bloques de pensamientos que son estimulados por el “Ego” que prepara nuestras
armas de defensas y de ataques desde que nos levantamos hasta que nos acostamos
dentro de esta holografía.
La forma más
efectiva de atacar a nuestro ego es conocer ué disparadores recibidos durante
el momento de la comunicación e interrelación con las personas activan nuestra
genética dual.
Debemos
preguntarnos en ese momento “¿Qué parte de mi mente es la que está sintiendo
afectada y atacada?” y “¿Por qué considero importante defender mi posición para
hacer valer mi dignidad?”
¿Quién está
respondiendo, mi entidad lumínica o mi genética alienígena?
Tengo que darme
cuenta a tiempo de que no estoy obrando desde mi condición espiritual sino más
bien desde mi condición genética física mental llamada “estructura de
carácter”.
Si logramos
tomar conciencia desde nuestras condiciones espirituales, entenderíamos a
tiempo que con quien me estoy enfrentando es con “programas sustitutos que
disfrazan razonamientos propios y personalidades artificialmente decoradas con
fundamentaciones teóricas que diversifican religiones y dioses distintos”.
Esta diversidad
de teorías ha sucumbido a la población humana de la tercera dimensión a ser
tratada sin parámetros de respeto y de consideración. Esto explica por qué en
este mundo los seres humanos no estén acostumbrados a ser tratados como seres
sensibles.
Debe
importarnos ser honestos con nosotros mismos, saber que todo aquello que
decidimos transmitir y ser desde nuestros verdaderos sentimientos es un regalo
que nos estamos haciendo a nosotros mismos porque estamos obrando desde la
autenticidad, sin estar esperando la respuesta y la reacción del otro como
prueba de su reconocimiento.
Esto se llama
“amplitud de la conciencia” porque estamos amando y sintiendo desde la libertad
absoluta. Porque no nos estamos permitiendo ser prisioneros de nuestros estados
emocionales que nos hacen vivir dentro del apego, de la espera a la devolución,
a la importancia de uno mismo por lo que siente que está dando porque detrás de
esta idea están los intereses que subliminalmente, desde los estados de
conciencias, llevan a que las personas ejerzan el control afectivo y material
en sus iguales.
Amar desde el
verdadero estado es no dejarnos influenciar por el avanzar silencioso de
nuestro ego.
Amar desde el
verdadero estado es saber que das lo más bello y noble de ti que es tu
verdadero sentimiento donde no te condicionas a ti mismo preocupándote por el
rechazo de los demás.
Amar desde el
verdadero estado es comprender con la mente abierta y flexible qué estado de
conciencia física llevan las personas que están a tu lado donde tú, como
ejemplo directo, puedes ser parte de sus
curas, porque tú mismo lo pudiste hacer antes porque no te quedaste con la idea
de que no eres capaz y que otros deben hacerlo por ti.
Un fuerte
abrazo
marielalero
---
1 commento:
Gracias
Posta un commento