junio 10th, 2011
¿Puede un niño ser guiado en
su desarrollo por un adulto que le quiere bien?
¿Pueden los
seres humanos ser guiados por seres de otra civilización que desean su libertad
y evolución auténtica?
Si percibes en
ellas conciencia, inteligencia, bondad y el eco de millones de años vividos en
la prisión de Matrix, entonces, déjate guiar por estas palabras.
He subrayado,
como es mi costumbre, algunas frases especialmente importantes y me he tomado
la libertad, como suelo hacer en los posts de Marielalero, de imprimir ligeros
cambios en el texto para su mejor comprensión.
Apreciada
Trinity.
Dada la inquietud planteada por una de las participantes relacionada a
la teoría y comprensión del libre albedrio, me gustaría transmitir la siguiente
visión para que entre todos juntos podamos ahondar en ella sabiendo discernir
qué tipo de intención y mensaje se nos inculca inconscientemente desde muy
pequeños.
Claro es que a
los seres humanos nos resulta difícil comprender qué se supone que es el libre
albedrio. Nos instan a sentirnos seres ‘libres’ y al mismo tiempo nos enseñan
valores morales que contradicen los principios que se nos enseñan como
libertad.
Nuestra
libertad siempre va a estar basada en lo que hemos recibido como educación y
formación sujeta a los pre- condicionamientos convertidos en juicios críticos
que defienden normas culturales y patrones religiosos; éstos arman y
estructuran nuestra manera de pensar para actuar desde ella con derecho y pleno convencimiento de que lo que
estamos haciendo desde nuestra perspectiva es lo correcto. Para ello nos
pasamos gran parte de nuestra infancia y adolescencia recibiendo premios y
castigos hasta estructurar rigurosamente lo que se nos enseñó como ‘bueno’ o
‘malo’. Desde estas condiciones, no podemos ser sujetos e individuos libres
porque no se nos permitió pensar sin leyes reglamentarias que dictaminan lo que
debes o no debes hacer. Transforman nuestras vidas en una demostración
permanente, en una rendición de cuentas con infinitas explicaciones.
Dentro del
concepto de ‘libre albedrío’, te inculcan a ser tú mismo, tomar tus propias
decisiones y sentirte que eres una manifestación divina; por otro lado te
inculcan que tú mismo eres un ser que engendras el lado oscuro y necesitas ser
guiado ser conducido en tus pensamientos y controlado dentro de la sociedad.
Existen
muchísimas controversias que no nos permiten posicionarnos en el eje central de
la idea. Porque la base está en que si somos genéticamente duales, convivimos
de por sí con dos estados de pensamientos contradictorios y condicionados.
Se confunde
‘libre albedrio’ con ‘libertad de expresión’, con ‘autonomía propia’, con
‘espiritualidad’, con ‘carácter’, con ‘derechos’, con ‘democracia’, con
‘procedimientos’, con ‘lo que se nos ocurre’, con ‘decidir por los demás’, con
‘actuar por los demás’, con ‘determinar por los demás’, con ‘mentir en nombre
del bien’, con ‘matar para defender el orden’, por ‘censurar’, por ‘hacer
justicia’ etc.
No podemos
vivir el estado del ‘libre albedrio’ si no reconocemos que, como raza dentro de
este mundo físico, no somos libres. No tenemos autonomía
propia porque está dirigida y asistida desde el día del nacimiento. La vida de
todo ser humano va a depender de las decisiones de otros hasta tener una
determinada edad y haber desarrollado un carácter manifiesto que sepa
imponerse, defenderse o humillarse; va a depender de la estructura psicológica
e ideológica que tenga el entorno social donde se vive.
Nuestra
libertad está atada a un patrón de vida desigualitario que define diferencias
entre nosotros. Tu vida es encaminada para que esté en manos de otros que
decidirán por ti, porque, supuestamente, tú no sabes pensar y decidir lo mejor
para tu bien.
Tu vida debe
ser examinada en todo momento; para ello han metido prefijos inquisidores para
que te sientas comprometido a rendir detalles de lo que haces y, de lo
contario, estás metido en algo extraño y oscuro.
Tu dignidad y
reputación está en tu constante demostración y detrás de ello tu condición
personal, familiar y tu posición social. Este condicionamiento ejerce tanta
presión en la vida de las personas que las lleva a vivir pendientes de lo que
tienen que ir haciendo día a día para dejar conformes a los demás y ser
aceptado.
Podríamos decir
que el libre albedrío que existe dentro de este mundo está basado en normas de
conducta, patrones religiosos, patrones culturales, primordialmente en patrones
genéticos y en el legado de estos que son
fuertemente transmitidos de generación en generación a nivel antropológico.
Implica que tu libre albedrio dependerá de la formación de tus
ancestros. Del patrimonio humano e
ideológico que
ellos dejaron e impusieron
desde su fe, veneración, rendición a través de cultos místicos que fortalecían
su credibilidad.
Tu libertad significa no
tener privacidad.
Naces en este
mundo 3D, con todo ese legado impreso en tu genética. Este a su vez será
estimulado por la sociedad y nivel cultural de la familia que ancestralmente
selló en ti una estructura cognitiva casi irreformable. Vienes condicionado
genéticamente; entonces ¿cómo vas a vivir desde el libre albedrio cuando
dentro de ti portas infinitas grabaciones genéticas archivadas que fueron
armando y estructurando lo que debes pensar ser y aceptar como bien o como
mal?.
La misma
estructura es empleada a nivel general dentro de nuestra sociedad. La justicia
se vale de sus propios principios y artículos que definen la libertad como
autoridad para el cumplimiento del orden del ejemplo,
de la seriedad y del respeto. Sin embargo deja puntos vacíos carentes de
contenidos claros donde no se puede comprender cuáles fueron los
parámetros utilizados para no corregir a quien corresponda. Y así sucesivamente
en todos los órdenes.
¿Qué nos lleva a vivir dentro de un juego en el cual muchos no queremos estar?.
Realmente ¿existe la justicia?; ¿es para todos o para algunos?; ¿se
protegen a las personas que cumplen con sus principios morales y religiosos?.
¿Qué tipo de libertad puede vivir una persona si vive condicionada por su
ubicación social?.
¿Puede haber
libertad dentro de nuestra mente si estamos invadidos con problemas que muchas
veces son innecesarios?.
¿Podemos
sentirnos libres si vivimos condicionados por nuestro ego?
Creo
que es este el nudo central de todos nuestros problemas y perdida de la
tranquilidad.
No podemos
vivir desde la libertad si dentro de nosotros cargamos con datos y recuerdos
que ciegan nuestra razón y nos hacen esclavos de emociones contraproducentes
para nuestra salud espiritual.
El conocerte a ti mismo te hará libre. Es el
mejor antídoto para saber cómo hemos sido conformados estructuralmente
con ideas, pensamientos, comportamientos, expresiones y palabras que no son
nuestras sino que vienen impuestos por medio de prototipos.
Dentro de este
modelo de conducción mundial se define el ‘libre albedrio’ como los patrones
ideológicos conductores hacia un estado de conciencia colectivo que desarrolla
el individualismo y el egocentrismo en las personas. Ese patrón esculpe
dentro del raciocinio humano resentimientos, traumas, complejos… perdida de la
propia identidad natural. ¿Cómo vas a sentirte libre si moralmente estás
condicionado para pensar y si tus pensamientos fueron contaminados por las
ideas y actuaciones de tus semejantes?. ¿Cómo puedes sentirte libre si tuviste
que aprender a copiar, actuar y escuchar lo que se entiende como ‘buen
proceder’ en nombre del amor, de tu fe y pureza, cuando dicho aprendizaje tan
sólo fue abocado a desarrollar la genética dual en los humanos a partir de los
tres años de edad?. Casi nadie puede salvarse de esta tipo de extorsión
encubierta detrás de los niveles de educación familiar, social y laboral que se
recibe a lo largo de nuestras vidas.
¿Qué es el
auténtico ‘libre albedrío’?
El libre
albedrio sí existe, pero no es el que se imparte dentro de este mundo físico.
Tú eres dentro de este Cosmos de Luz un ser auténticamente libre que no
necesitas dar detalles de tu vida diciendo hacia dónde vas o el por qué vas.
Eres un ser libre en tus expresiones porque no tienes ninguna limitación
genética. Tu verdadera fuente de vida está conectada a ti. No necesitas ir a
buscarla o que otros lo hagan por ti. Eres completamente autónomo y responsable
de ti mismo, no infringes ninguna ley porque éstas no existen como son
impuestas en este mundo 3D.
Eres una
entidad respetada amada y aceptada que vives en constante intercambio cultural
y enriquecimiento cognitivo. No eres condicionado genéticamente como entidad,
vives el tiempo que tú elijas y consideres suficiente, tienes la libertad de
vivir eternamente. Tienes plena conciencia de tu origen, de tus ingresos a
otros universos, puedes elegir el cuerpo sutil que más te guste y tú mismo
cambiarlo a través de tu evolución. Puedes hablar con cuantas
civilizaciones quieras permitirte para enriquecer tus conocimientos, como
también puedes elegir vivir por tiempo indeterminado dentro de una misma
dimensión. No tienes que rendirle culto y rituales a ningún dios o dioses para
demostrar tu fe y devoción, porque existe un solo Creador al cual ves y
disfrutas eternamente.
Es
este tu libre albedrio.
Si dentro de
ti, sientes una fuerza que te insta a pensar detenidamente en saber quién eres
realmente debes escucharla, debes acercarte, conocerla y entenderla porque eres
tú quien está buscando su propia libertad evolutiva para dejar de vivir
definitivamente como un alma sin autonomía propia, sentenciada a esperar y
luchar su propia libertad que significa recuperar su auténtica autonomía
cósmica.
Tú, como
‘alma’, estás haciendo todo lo posible para llegar a ti mismo dentro de esta
realidad a través de tu personalidad física y cognitiva.
Tú como alma en
estado de espera intentas hablarte durante tu evolución como persona para que aprendas a establecer el equilibrio en tus lados
positivo y negativo, que genéticamente sellan tu verdadera libertad y
derecho a recuperar de una vez tu libre albedrio.
Para ello es importante que sepas que no necesitas vivir millones de
vidas para recuperar tu libre albedrio, es suficiente que
entiendas que esta vida es tu camino directo hacia tu propia libertad. Se requiere que
limpies tu mente del bagaje cultural que ancestralmente traes impreso
obligadamente, desde allí ya vienes condicionado con tu libertad.
Esta vida para
todos nosotros es muy valiosa e importante, es la que realmente se está
computando.
¡No evaluando!.
Dentro de este
Cosmos de Luz no existe el karma. Por lo tanto, tus anteriores
vidas son utilizadas para retenerte aquí por medio de la hipnosis cognitiva.
Tu actual mente no es tu verdadera mente. Vives con un sello virtual que te
muestra lo que debes aprender y ser.
El llegar a
nosotros mismos es aprender a diferenciar nuestras sensaciones físicas y perceptivas
para saber si lo que sentimos es lo
impuesto o es lo nuestro por fin liberado de pensamientos secundarios.
Se debe aprender a actuar y a reaccionar libres de lo que aprendimos a
ver y a copiar desde muy pequeños. ¡Debemos aprender a conocer cómo son
nuestros pensamientos genuinos!. ¡Debemos quedar libres de la contaminación
emocional que arrastra la carga psíquica de nuestro entorno!.
El llegar a
nosotros mismos es un trabajo continuo donde el tiempo y la meta a alcanzar
deben ser dejadas a un lado, porque estaríamos trabajando desde nuestra
mente y ella obstaculizará la tarea por medio de todos los chips emocionales y
racionales impuestos como función de trabajo y esfuerzo. El llegar a nosotros
mismos requiere estar dispuestos a reeducarnos y específicamente a no enojarnos
con nuestro entorno familiar o social, pues ellos hasta un cierto punto son los
responsables. Debemos saber que estas personas viven tan prisioneras como
nosotros porque fueron y seguirán siendo utilizadas a través de sus mentes a
través de la cual se estimula y activa su dualidad.
Parte de
nuestra cura y recuperación parte de la idea de agradecer la oportunidad de
permitirnos ver por nosotros mismos sin interferencias.
Debemos
reconocer nuestra dualidad para extirpar de ella estructuras básicas de nuestro
carácter que nos hacen reaccionar desde el criterio cultural e ideológico creyendo
que es el propio.
Debemos
preguntarnos ¿quién quiero ser realmente?
Debemos
preguntarnos ¿quiero actuar desde la obligación y el compromiso?. También nos
permite elegir con sinceridad y con honestidad si estamos sintiendo por primera
vez el camino hacia la libertad.
Es un muy buen
empezar porque desde esta premisa estoy aprendiendo a verme y a saber si cada
paso que doy lo estoy haciendo desde mi mismo o de lo que me enseñaron.
Podré descubrir
si todo lo que digo y doy lo hago porque quiero o porque me siento obligado a
hacerlo para demostrar que soy bueno y educado.
Vivir desde el
libre albedrio es ser honesto contigo mismo, no haciendo aquello que no te
gusta o no quieres ser.
Vivir desde el
libre albedrío es ser claro y respetuoso en tu posición y tus sentimientos
sabiendo preveer las reacciones que pueden provocar tus palabras en el ego
herido de los demás.
Vivir desde el
libre albedrio es dejar tus apegos, tus miedos, tus prejuicios para sentirte
libre dentro de tu mente.
Vivir desde el
libre albedrio, es comprender por qué no avanzamos como civilización.
Vivir desde el
libre albedrío es saber que la verdad está implícita en cada una de nuestras aperturas
de conciencia y en la información que ingresamos a través de ella,lo que nos
permitirá encaminarnos pacífica y neutralmente hacia la libertad absoluta.
Vivir desde el
libre albedrío es ser fiel a nosotros mismo y reconocer cuándo estamos actuando
desde la dualidad y con libertad decirnos:
“Esta vez yo mismo decido por mí”, siendo consciente de que parte de mi
lo está haciendo y ejecutando. No podemos engañarnos tampoco y decirnos que
no nos damos cuenta de lo que hacemos cuando somos testigos de la activación de
nuestro ego, cuando nos sentimos desde el que estamos siendo confrontados para
defendernos.
El camino hacia la libertad se construye aprendiendo a ver sin el ego,
aprendiendo a hablar sin el ego. Este camino tiene tres sendas llamadas:
tú darte cuenta, ver cuando obras desde tu ego y saber reconocer en tí tu
dualidad.
Un fuerte abrazo
marielalero
---
Nessun commento:
Posta un commento